Estas sentencias pueden ser de utilidad y servir a sus lectores de conexión con esa naturaleza eterna y sagrada que cada uno de nosotros somos.

Sentencia 1

Espera. El tiempo está trabajando. Deja que se opere el cambio que ya empezó y que lentamente sigue su curso.

Sentencia 2

No sacrifiques nada más. Tu parte ya la diste. Si te exigen más, acuérdate de que los voraces son como los chacales, que no se conforman solo con un pedazo de la pieza.

Sentencia 3

¿A qué esperas para actuar? No hay decisión perfecta. Busca lo correcto en tu corazón. Aquello con lo que al final quedes en paz contigo mismo

Sentencia 4

Las cosas no son como tú quieres que sean, ni la vida puede manifestarse según tus deseos o caprichos. Cuando la sequía llega, la tierra se seca, y cuando tiene que abrasar el sol, lo hace independientemente de ti. Si no comprendes esto, prepárate a ser víctima de tu propia ignorancia. El mundo no se hizo solo para ti.

Sentencia 5

La culpa es una rata que roe el alma. En cambio, el arrepentimiento es la antesala del perdón, y el perdón, la puerta por la que vuelve a visitarnos la luz, que nos deja limpios de nuevo y nos ofrece la oportunidad de corregir. Ya todo pasó. Ponte en paz.

Sentencia 6

¿Quién eres tú para pedir que tu prójimo sea como tú deseas que sea? ¿Por qué deseas cambiarlo? No lo hagas. Tú solo tienes la potestad de cambiarte a ti mismo.

Sentencia 7

Solo la responsabilidad otorga el don de la libertad. Ejércela noblemente, con medida y justicia.

Sentencia 8

Avanzar significa asumir riesgos. Si todo te da miedo es que aún no has comprendido el don de la vida. Es tu elección esconderte en el refugio de lo seguro, pero recuerda que es imperdonable impedir el paso a los demás.

Sentencia 9

Si tienes necesariamente que pelear es que ya has sufrido la primera derrota. Si necesitas vencer es que ya has sufrido la segunda derrota. Si necesitas humillar a tu enemigo, esta tercera derrota será ya para ti definitiva.

Sentencia 10

Todo poder emana del amor. Y toda autoridad emana de la justicia. Si has ejercido tu poder desde el amor, queda en paz. Si has ejercido tu autoridad desde la justicia, queda en paz. Pero si no ha sido así, regresa a hacer lo correcto.